Empieza a DECIR NO siguiendo estas pautas

Empieza a DECIR NO siguiendo estas pautas

Lo más difícil de “decir no” es empezar a hacerlo. Porque hasta que no lo haces, no te das cuenta de su poder y de lo bien que te sienta. Pero es cierto que las primeras veces puede no ser tan agradable, hazte a la idea.

Porque cuando estamos acostumbrados a decir sí a todo, los que nos rodean también están acostumbrados a que así sea. Cambiar eso requerirá de tiempo y debemos estar preparados para una mala cara o una mala respuesta al principio.

Pero te aseguro que, ni será tan grave como imaginas, ni durará siempre. A la que lo hayas hecho unas cuantas veces, la gente se acostumbra y tu empiezas a disfrutar de cada no que sale por tu boca.

El objetivo de este post es que puedas llegar hasta ahí. Por eso, voy a explicarte unas cuantas claves que seguro te irán muy bien para empezar desde ya a practicar. Sí, “decir no” es una habilidad y por tanto, puede entrenarse.

Vamos allá. Resulta que un paso previo imprescindible para poder empezar a decir no a alguien, es darle valor a tus necesidades y a tus deseos. Necesitas darles la importancia suficiente para estar dispuesta/o a defenderlos. Si tiendes a considerar más importantes las necesidades de los demás, difícilmente podrás decir no sin culpa. Hay muchas formas de poder trabajar esto en una terapia, distintas según su origen. Pero de momento te lanzo una idea que puede ayudarte. Y es que solo tú puedes darte valor y respetar tus necesidades. Porque solo tú las conoces de verdad. Trata de identificar el porqué no las consideras tan válidas y cuestiona todas las creencias limitantes que aparezcan. ¿Qué te frena a la hora de dar un no? Identifica la razón clave y busca formas de rebatirla, porque seguro que las hay.

Ya sé que no es fácil hacerlo sola/o, pero a través de un blog y sin conocerte es muy difícil que pueda decirte algo más concreto que sea válido para ti. Así que de momento tiraremos de autoafirmaciones positivas. Mi propuesta es que antes de enfrentarte a decir un no, repitas para tus adentros: “Merezco respetarme, merezco decir no y voy a hacerlo”. Hazlo en distintos momentos del día, úsalo para darte fuerza, para ir interiorizando la idea. No será milagroso, pero te ayudará a recordarte este mensaje y puede que a empezar a creértelo.

Porque decir no es más que expresar tus preferencias, es más que reafirmar tus necesidades, es más que no dejar que se aprovechen de ti. Decir no es cuidarte, es respetarte. Es también reforzar tu identidad, tu esencia. Es no doblegarte y no subestimarte. Es reclamar tu espacio y tu derecho a existir tal y como eres. Es valorarte y reivindicar tus necesidades y preferencias. Es aceptarte y permitir que los demás te acepten tal y como eres. Es vivir, vivir tu vida, no la de los demás.

Por eso te propongo que empieces hoy, ya. Ni mañana ni el lunes. Ahora.

Comprométete contigo misma/o a decir no de vez en cuando. Pregúntate por donde podrías empezar, ¿hay algo que estés haciendo por rutina pero que no sea responsabilidad tuya? ¿Hay contextos o personas a las que por costumbre les dices siempre que sí a todo? Elige un contexto y una persona que no sea especialmente compleja para empezar. Prepárate internamente para ese momento. Puedes usar la autoafirmación que te he sugerido u otra que tú misma/o crees. Respira, conecta con tu cuerpo, con como te sentirás diciéndolo. Entrena, incluso puedes hacerlo delante de un espejo.

Recuerda que para poner límites lo mejor es no entrar en justificaciones o dudas, hay que hacerlo con una actitud firme. Aunque por dentro estés hecha/o un flan. Hazlo sin titubear, sin entrar en explicaciones.

Me gustaría pedirte que, justo en el momento de hacerlo centres tu atención en tu cuerpo, ¿cómo te sientes?, ¿sientes orgullo, vergüenza, seguridad? Centra la atención en ti, en como te sienta negarte a algo en ese preciso momento. Luego, quizás vendrá cierta sensación de culpa; y más dependiendo de la reacción del otro. Pero eso es algo que ni depende de ti ni puedes controlar. Lo que sí puedes controlar es respetarte a ti misma/o, concederte el derecho a poner ese límite. Sentir como ya has dado el primer paso. El primer paso a quererte y respetarte, a empezar por ti, a darte la oportunidad de ser tú.

Piensa que cuando decimos no a algo pequeño, no solo estamos marcando un pequeño límite, sino que estamos estableciendo la base de cómo nos pueden tratar. Cuando lo hagas, probablemente puedas tomar consciencia de que no es tan difícil de hacer. Toma consciencia de que, probablemente las consecuencias de hacerlo no sean ni de lejos tan negativas como tu mente había imaginado. Además, tomar consciencia y valorar cada uno de los pasos que has dado te empoderará y así, cada vez será más fácil. Cada no que sumes, te dará mayor seguridad y reforzará tu autoestima.

Una cosa más, en los contextos o a las personas que más te cueste, puedes empezar por aplazar la respuesta en vez de dar el sí automático a las que las tienes acostumbradas. Quizás sigues manteniendo algún “sí de más”. Pero creéme, si te permites decirles algo así como: “tengo que pensarlo” o “te digo algo en un rato” ya habrás logrado un gran paso. Habrás roto el automatismo creado. Y además, al tener más tiempo para considerar la respuesta, puede que encuentres razones de peso que te lleven a lanzarte a dar el no, quién sabe.

Y hasta aquí. Espero de verdad, que estos puntos te ayuden a empezar a practicar. Y si te apetece compartir conmigo en comentarios cómo ha ido la experiencia, estaré encantada de leerte. Así como compartir este artículo a quién creas que puede beneficiarle.

Dime también si te interesa que amplíe un poco más este tema. Porque obviamente, solo con practicar a decir no, no se soluciona todo. Hay muchos aspectos que pueden estar relacionados con la dificultad a decir no. Como por ejemplo, qué me aporta ayudar a los demás y porqué no dejo de hacerlo, cómo pongo límites más allá de decir no, qué miedos hay asociados, una posible dificultad para comunicarme de forma asertiva etc.

Gracias por leerme.

Deja una respuesta

Su dirección de correo no será publicada.

Silvia Pueo - Psicóloga y Humana
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.