Quiero dejar aquí mi aportación acerca de lo que supone divulgar con ética como psicóloga en redes. Mi intención es que tanto si eres profesional de la salud como sino, te pueda servir a la hora de elegir el contenido que sigues y hacerlo con mayor criterio o al menos en base a tus valores. También quizás para elegir un profesional que respeta la ética en su profesión por encima de “vender en redes”.
Porque divulgar en salud mental es una responsabilidad y como profesional del tema que soy, creo importante desgranar qué cosas se están haciendo en redes muy bien y ayudan. Pero también qué otras cosas se nos están yendo de las manos…
Y ya no hablo de influencers o gurús que hablan de temas muy complejos solo por haber transitado alguna sintomatología. O que incluso te venden su método basado únicamente en su experiencia como pacientes como solución general para todos… Eso es el colmo de la poco ética; pero aquí me voy a centrar solo en cómo divulgar de la mejor forma posible si a la vez ejerces como psicoterapeuta.

Hablé de esto de forma pública por primera vez junto con una compañera de profesión (y amiga), ella es Carmen Estévez, la puedes encontrar en redes como @entreemocionespsicologia Luego te voy a dejar su contacto también y el directo en el que conversamos sobre este tema para que te enriquezcas de la aportación de ambas.
Así que allá voy a resumirte cuáles son, en mi opinión, esos imprescindibles para divulgar bien sobre salud mental; sobre todo, si a la vez que divulgas ejerces como psicólogo/a. Porque eso lleva implícito ciertos límites acerca de lo que es ético que cuentes por redes y sobre la mejor forma de hacerlo. Yo no tengo la verdad absoluta, pero sí tengo una experiencia ya en redes suficiente y me considero una persona con fuertes valores entre los que se incluye la ética. Todo ello me permito hablar de esto con conocimiento de causa y pudiendo aportar una guía útil para todo aquel psicólogo que se plantee divulgar o ya lo esté haciendo.
La premisa, podría resumir en esta frase que verbalizó Carmen en nuestra conversación:
“Psicólogo/a, no deberías contar en Redes nada que no contarías en terapia”
Porque obvio, tus pacientes también te están escuchando.
Por tanto, la primera premisa tiene que ver con omitir cualquier cosa que sabes que puede llegar a incomodar a algún paciente tuyo. Si en sesión no se lo diría porque no le hace bien, tampoco lo digas en redes. Obvio, no leemos mentes, con lo cual a lo mejor hay algo que yo misa he podido decir en redes que a un paciente mío no le haya gustado. Pero la ética no va de perfección sino de intención, límites y sentido común. Igual que la terapia va de vínculo y confianza, así que quiero pensar que si eso ocurre de forma muy puntual y cuidando todo lo demás, la persona a la que acompaño en terapia podrá comentármelo para subsanarlo.
Pero sí, para divulgar de forma ética cuando te dedicas a la salud mental, hay que tener en cuenta muchos más límites que en otras profesiones. Y por encima de todo, hay que tener siempre presentes a tus pacientes al compartir cualquier cosa.

Te dejo los 5 puntos que para mi son más importantes, esos 5 imprescindibles a tener presente cuando divulgas y a la vez atiendes pacientes:
1-CUIDA LA CONFIDENCIALIDAD DE TODAS LAS FORMAS POSIBLES Y POR ENCIMA DE TODO.
Si cuentas algo inspirado en un paciente no lo hagas de forma que él/ella o su entorno sepan que hablas de él.
Te pongo un ejemplo:
Yo digo por redes: “hoy ha salido en sesión el tema de poner límites a los padres cuando nos independizamos y lo difícil que resulta cuando tu madre es muy sobreprotectora.”
No has dicho nombre, por lo que podríamos pensar que no has roto la confidencialidad, ni siquiera has dicho el género del paciente. Pero… y me da igual si tienes más o menos seguidores, si esa madre (y más ésa en concreto) tiene Instagram y sabe que eres la psicóloga de su hija fácilmente verá tus stories. ¿Cómo crees que eso les sentará a todos los implicados? ¿Crees que tu paciente se sentirá cuidada por ti?
Para evitar que eso suceda, si contamos algo que está mínimamente relacionado o inspirado en algún paciente, nunca debes hacerlo ese mismo día. También debes cambiar datos importantes o generalizar la situación lo máximo posible. En definitiva, buscar las mil y una estrategias para que nadie se pueda sentir vulnerado en su confidencialidad.
Y eso juega en nuestra contra porque el marketing nos dice que vende más el storytelling y la inmediatez. Pero es algo que como profesionales de la salud mental muchas veces no nos podemos permitir. Porque cuidar a nuestros pacientes debe estar siempre por encima de todo lo demás.
2-CUIDA LA IMAGEN QUE PROYECTAS
No compartas cosas de tu vida que puedan idealizarte o ridiculizarte en exceso. Obvio, hay un punto subjetivo aquí, pero vuelvo al mensaje inicial: no muestres una imagen que no querrías que algún paciente tuyo viera o le pudiera dañar en su proceso o en el vínculo y la confianza como profesional que tiene hacia ti. Y aquí no pondré ejemplos porque en función de tus propios valores de marca y de tu estilo en terapia pueden variar muchísimo.
Dentro de esa imagen, se incluye también evitar comentar temas susceptibles de polémica o que te posicionen en ideas muy extremas. Todos tenemos partes nuestras que son “menos correctas o aceptadas socialmente”. Si el fin de tu divulgación es ayudar en salud mental, ni es necesario ni es útl que las muestres.
Ahora bien, tampoco muestres solo una imagen de aparente perfección, ya que eso hará que las personas te idealicen generando en ellas o bien rechazo y desconfianza o bien una comparación dañiña e irreal.
3-NO LANCES MENSAJES SIMPLISTAS Y CATEGÓRICOS POR MUCHA AUTORIDAD QUE APARENTEMENTE TE OTORGUEN
Divulga con coherencia y desde la realidad, sin populismos ni simplificar en exceso para no dañar con tu mensaje. De nuevo, aquí tenemos las bases del marketing en nuestra contra. Cuando divulgas sobre salud mental hay muchos grises. Son mensajes tan complejos y con tantas variables implicadas que es muy difícil lanzar mensajes directos, concisos y fáciles de aplicar.
Por mucho que sea “lo que más vende” y te haga parecer super listo/a al hacer afirmaciones categóricas como verdades absolutas, en nuestro caso puede ser dañino para quien los recibe. Muchas veces encontrarás publicaciones mías en Instagram con más puntualizaciones y explicaciones que el mensaje inicial. Eso puede hacer que quien te lea te perciba como menos confiable o inseguro. A la mente le dan seguridad las verdades absolutas. Pero sinceramente yo no me visitaría con un psicólogo que dijera: “Eres narcisista si haces estas 5 cosas”. Ojalá la psicología fuera así de fácil y se pudiera reducir una diagnóstico a solo 5 conductas. Por eso, si ers psicólogo/a y caes en la tentación de hacer publicaciones de este estilo, porfa matiza que podrían haber otras causas, que es lo más probable pero no se puede saber realmente, etc etc.
4-SI HACES PUBLICIDAD QUE SEA DE ALGO INOCUO Y COHERENTE CON TU MENSAJE. No caigamos nunca (y me lo digo a mi misma también) en promocionar marcas, libros, productos… que pudieran ser dañinos en algún sentido. Y aquí te pongo un ejemplo personal. A mi me gustan los aceites esenciales; pero nunca promocionaré un aceite esencial si incluye mensajes como “con 3 gotas tu ansiedad se reducirá significativamente” (a no ser obvio, que haya evidencia científica y sea una realidad. Cosa que en este caso no va a ser justamente porque en la ansiedad influyen tantos factores que en función de ellos el aceite esencial podrá mejorar algo la sintomatología, pero en otros nada. Así que si muestro algo así será siempre con una explicación que no sea engañosa.
5- MOSTRAR TU VULNERABILIDAD SÍ, PERO CON MATICES. Si no estás bien (física o emocionalmente) y quieres mostrarlo para humanizarte y desidealizar tu imagen pública, está genial. Pero siempre cuida de hacerlo a posteriori si ese día o semana atiendes a pacientes. Si lo haces ese mismo día y un paciente lo ve, incluso inconscientemente puede interferir en como se muestra o de qué habla contigo ese día en sesión.
Luego hay cosas que ya no son exclusivas de si divulgas sobre salud mental. Como cuidar de tu intimidad, ofrecer una imagen aceptable (sea lo que eso signifique para ti), no usar un lenguaje malsonante y en definitiva, preguntarte siempre:
“¿Esto que voy a compartir es útil en algún sentido?” y “¿Esto va a acorde a mis valores personales y profesionales?”
Como ves, divulgar sobre salud mental mientras ejerces como psicóloga tiene su dificultad añadida. Por eso, a veces a los psicólogos a quienes les gusta mucho divulgar (y eso les genera ingresos) dejan de visitar pacientes al menos un tiempo. Así pueden centrarse en divulgar de forma más libre y sin tantas limitaciones éticas.
Y ahora te dejo AQUÍ el interesante debate que tuve con Carmen @entreemocionespsicologia para que puedas seguir reflexionando acerca de ese tema tan complejo como es la ética en divulgación sobre salud mental. Seas o no un profesional que divulga, espero que te haya servido para reflexionar sobre lo que ves en redes y te ayude a tener un mejor criterio. Y por supuesto, me encantará leer tu opinión ya sea como compi de profesión o como paciente. ¿Te has encontrado alguna vez en alguna situación como las que describo con tu psico? Te leo.
*Fotos cortesía de Freepik (hay que ser ético para todo ;))
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